En el Camino Lebaniego, la ruta de 72 km desde San Vicente de la Barquera hasta Santo Toribio de Liébana ofrece algunas de las vistas más impresionantes de Cantabria, todo ello sin desviarse de la ruta. A continuación, te detallo las panorámicas más destacadas que los peregrinos pueden disfrutar durante este recorrido:
Vistas desde San Vicente de la Barquera
El inicio del Camino Lebaniego comienza en San Vicente de la Barquera, un pueblo costero. Desde aquí, los peregrinos disfrutan de una panorámica única del Mar Cantábrico, con la costa y las montañas de fondo. Al caminar hacia el interior, la vista del puente medieval y el entorno del pueblo, rodeado de montañas y mar, es una de las primeras vistas impresionantes del camino.
Valle de San Vicente
Después de dejar San Vicente de la Barquera, los peregrinos se adentran en el Valle de San Vicente, una región agrícola rodeada por montañas. A medida que avanzan por el camino, pueden ver paisajes verdes y campos cultivados que contrastan con las montañas cercanas, formando una imagen pintoresca. Desde algunos puntos elevados, la vista del valle entero, con las montañas al fondo, es realmente espectacular.
Mirador de la Sierra de la Llosa
A medida que el camino asciende hacia las primeras colinas, los peregrinos pueden disfrutar de las vistas del Valle de Liébana. Este mirador ofrece una panorámica del valle, con las montañas circundantes y el río Deva serpenteando por el paisaje. La silueta de las Sierra de Aliva y los Picos de Europa empiezan a asomar en el horizonte.
Mirador de Cabaña de la Teja
A medida que el peregrino avanza por el tramo de montaña, uno de los puntos altos es el Mirador de la Cabaña de la Teja, situado cerca del pueblo de Cillorigo de Liébana. Desde este punto se puede observar una espectacular vista panorámica del valle de Liébana y las montañas que lo rodean, con los Picos de Europa como telón de fondo. El paisaje aquí es impresionante y ofrece una excelente oportunidad para hacer fotos.
Vistas del Río Deva
El río Deva acompaña a los peregrinos a lo largo del camino, y en varias partes del trayecto, especialmente cerca de Potes y Cillorigo de Liébana, las vistas del río en su curso hacia el norte son realmente hermosas. Las orillas del río, rodeadas de vegetación y montañas, ofrecen una panorámica tranquila y pintoresca.
Picos de Europa en el horizonte
A medida que los peregrinos se acercan a Potes, las vistas de los Picos de Europa se vuelven más cercanas y prominentes. Desde varios puntos del camino, el pico más famoso de esta cadena montañosa, el Naranjo de Bulnes (o Picu Urriellu), puede verse de forma impresionante, destacándose entre las cumbres que rodean el valle de Liébana. Las vistas de estas majestuosas montañas, especialmente al amanecer o al atardecer, son una de las imágenes más icónicas del Camino Lebaniego.
Mirador de la Cruz de la Viorna
Este mirador, situado entre Cillorigo de Liébana y Potes, ofrece una vista panorámica completa de la valle de Liébana, con el Monasterio de Santo Toribio al fondo, destacando la Sierra de Peña Sagra y las montañas circundantes. Desde este punto, los peregrinos pueden ver el entorno natural de forma amplia, con el río Deva a sus pies y las montañas elevándose hacia el cielo.
Vistas desde el Monasterio de Santo Toribio
Al llegar al final del recorrido, el Monasterio de Santo Toribio de Liébana ofrece un paisaje impresionante. Desde el monasterio, los peregrinos pueden disfrutar de vistas panorámicas del valle de Liébana y las montañas circundantes. Esta es una de las últimas panorámicas del camino, que se puede disfrutar tras haber recorrido todo el trayecto, con la majestuosa Sierra de Peña Sagra y los Picos de Europa como fond